martes, 29 de diciembre de 2009

"Ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor”

En el silencio de la noche, entre dolores de parto, se oye un llanto, leve al principio, vigoroso después. El llanto de un recién nacido, vulnerable. Una madre, joven, comienza a respirar de forma más sofocada. Un padre, inexperto, hace lo que puede por limpiar tanto al uno como a la otra. Por toda compañía, dice la tradición, una mula y un buey.


No interrumpen su rumia. En el silencio de la posada, algunos cambian de lado entre sueños. Qué habrá sido eso. Y siguen durmiendo ajenos a lo que sucede a unos metros de sus camas. Y, sin embargo, acaba de cambiar el curso de la Humanidad. Dios vuelve a hablar a su manera, desde el suave susurro de la brisa, desde la triste indiferencia de la noche.

Llega la hora del sueño para los pastores. Perra vida. Despojos de la sociedad judía. Los sucios a los que nadie quiere por compañía. Uñas negras, dientes sueltos. Desechos que viven entre ovejas. Qué paradoja: los elegidos, a ojos de Dios, para dar a conocer al hombre su verdadero rostro, criatura a su imagen y semejanza, por medio del niño.

Los primeros. De nuevo, el Misterio. “Ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor”, atrona una voz celestial. A duras penas entienden el mensaje. Se repite tres y hasta cuatro veces.

Dudas, miradas cruzadas, estupefacción. Y respuesta. Porque Dios no habla al oído, dispara directo al corazón, deseando que acoja su mensaje. Un requisito, sencillez, capacidad de escucha. Quien nada pierde, todo lo gana. Allá que se ponen en camino. Sin entender, confiados. Como un eco del primigenio fiat, de María, nueve meses antes.

Nunca obra tan importante contara con peor reparto. Un niño desvalido, una madre dolorida, un padre preocupado, hace frío, y un puñado de pastores imantados por una realidad que les supera. Un ángel pone la nota de glamour mientras que, de fondo, se oyen los balidos de las ovejas, probablemente el animal más idiota que hay sobre la tierra. Y, sin embargo, vio Dios que era bueno.

De lejos se oyen pisadas. Contra la luna tres siluetas recortadas. Camellos. Mejora el atrezzo. Llegan de donde nace el Sol. Son los Reyes de Oriente. Abiertos a la acción de Dios, buscaban una señal. Y la encontraron. Como los pastores, no dudaron en ponerse en camino en ese mismo momento. No hay nada más importante que encontrarse con el propio destino, que encontrarse con Dios hecho hombre. Nada. Bonita lección. Primero, pasan de largo. Hay bullicio ahí abajo. Qué harán esos pastores en aquel corralucho.

Sigamos. Pero la señal no se mueve. Y la curiosidad les puede. Se acercan sigilosos. Una mirada, una constatación. El cansancio del camino ha desaparecido, la inquietud de sus almas duerme y la claridad de la presencia divina se impone. Se postran delante del pesebre, incapaces de levantar la mirada. Siendo reyes se encuentran con el Rey; buscando el Poder, descubren un poder que cambiaría el mundo. Hermanados con los pastores en la adoración del niño, ya nada volvería a ser lo mismo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Historia de Navidad: El pequeño Misha...

En 1994, dos americanos respondieron a una invitación del Departamento de Educación Rusa, para enseñar moral y ética (basado en principios bíblicos) en las escuelas públicas. Fueron invitados a enseñar en prisiones, negocios, departamentos de bombero y policía, y en un inmenso orfanato. Alrededor de 100 niños y niñas que habían sido abandonados, abusados, y dejados en cargo de un programa del gobierno, estaban en este orfanato. Ellos relatan esta historia en sus propias palabras.


Se acercaban los días de fiestas Navideñas, 1994, tiempo para que nuestros huérfanos escucharan por primera vez, la historia tradicional de Navidad. Les contamos como María y José llegaron a Belén. No encontraron albergue en la posada y la pareja se fue a un establo, donde nació el niño Jesús y fue puesto en un pesebre.

Durante el relato de la historia, los niños y los trabajadores del orfanato estaban asombrados mientras escuchaban. Algunos estaban sentados al borde de sus taburetes, tratando de captar cada palabra. Terminando la historia, le dimos a los niños tres pequeños pedazos de cartulina para que construyeran un pesebre. A cada niño le dimos un pedazo de papel cuadrado cortados de unas servilletas amarillas, que yo había traído conmigo pues no habían servilletas de colores en la cuidad.

Siguiendo las instrucciones, los niños rasgaron el papel y colocaron las tiras con mucho cuidado en el pesebre. Pequeños pedazos de cuadros de franela, cortados de un viejo camisón de dormir que había desechado una señora Americana al irse de Rusia, fue usado para la frazada del bebé. Un bebé tipo muñeca fue cortado de una felpa color canela que habíamos traído de los Estados Unidos.

Los huérfanos estaban ocupados montando sus pesebres, mientras yo caminaba entre ellos para ver si necesitaban ayuda. Parecía ir todo bien hasta que llegue a una de las mesas donde estaba sentado el pequeño Misha. Lucía tener alrededor de 6 años y ya había terminado su proyecto. Cuando miré en el pesebre de este pequeño, me sorprendió ver no uno, pero dos bebés en el pesebre. Enseguida llame al traductor para que le preguntara al chico porque habían dos bebés en el pesebre. Cruzando sus brazos y mirando a su pesebre ya terminado, empezó a repetir la historia muy seriamente.

Para ser un niño tan pequeño que solo había escuchado la historia de Navidad una vez, contó el relato con exactitud… hasta llegar a la parte donde María coloca el bebé en el pesebre. Entonces Misha empezó a agregar. Inventó su propio fin de la historia diciendo, “ y cuando María colocó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar donde ir. Yo le dije, "no tengo mamá y no tengo papá, así que no tengo donde quedarme. Entonces Jesús me dijo que me podía quedar con El. Pero le dije que no podía porque no tenía regalo para darle como habían hecho los demás. Pero tenía tantos deseos de quedarme con Jesús, que pensé que podría darle de regalo. Pensé que si lo pudiera mantener caliente, eso fuera un buen regalo.

Le pregunté a Jesús, “ Si te mantengo caliente, sería eso un buen regalo?”
Y Jesús me dijo, “Si me mantienes caliente, ese sería el mejor regalo que me hayan dado".

Así que me metí en el pesebre, y entonces Jesús me miró y me dijo que me podría quedar con El… para siempre.”

Mientras el pequeño Misha termina su historia, sus ojos se desbordaban de lágrimas que les salpicaban por sus cachetes. Poniendo su mano sobre su cara bajó su cabeza hacia la mesa y sus hombros se estremecían mientras sollozaba y sollozaba.

El pequeño huérfano había encontrado alguien quien nunca lo abandonaría o lo abusara, alguien quien se mantendría con el… PARA SIEMPRE.

Gracias a Misha he aprendido que lo que cuenta, no es lo que uno tiene en su vida, si no, a quién uno tiene en su vida. No creo que lo ocurrido a Misha fuese imaginación. Creo que Jesús de verdad le invitó a estar junto a El PARA SIEMPRE. Jesús hace esa invitación a todos, pero para escucharla hay que tener corazón de niño.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Milagros de Navidad

Había una vez, en un pequeño pueblo, un viejo cura párroco famoso y respetado por su sabiduría y su bondad.

Su parroquia, bastante alejada de la plaza central del pueblo, se mantenía casi ignorada y oscura durante todo el año. Sin embargo cada diciembre, cuando se acercaba la Navidad la calle entera de la iglesia parecía adquirir luz propia. Es verdad que el desproporcionado árbol de Navidad que el anciano armaba en el ciprés de la vereda, frente a la iglesia, irradiaba un brillo incomparable, pero no era sólo eso. Cada ladrillo del frente del viejo edificio parecía iluminarse desde adentro y alumbrar la que hasta unas horas antes era una de las calles más oscuras del barrio. Desde la otra punta del pueblo se veía la luminosidad que parecía expandirse desde la vieja parroquia elevándose en el cielo.

Quizá por eso, quizá por la nobleza del viejo cura, hombre puro de alma y espíritu y sacerdote de fe inquebrantable, quizá por la suma de todas las cosas, la Navidad traía al pueblo un hecho que para muchos representaba su milagro navideño.

Cada año, para estas fechas, todos lo que tenían un deseo insatisfecho, una herida en el alma o la imperiosa necesidad de algo importante que no habían podido lograr iban a ver al viejo cura. El se reunía con ellos, los escuchaba, y los convocaba para que prepararan su corazón para un milagro antes de las doce de la noche del veinticuatro de diciembre.

Cuando el día esperado llegaba y todos estaban reunidos frente a la parroquia, el cura encendía todavía algunas velas más alrededor del árbol, y luego recitaba una oración en voz muy baja... como si fuera para él mismo. Dicen... que cada Navidad Dios escuchaba las palabras del párroco cuando hablaba.

Dicen que a Dios le gustaban tanto las palabras que decía, dicen que se fascinaba tanto con aquel árbol de Navidad iluminado de esa manera, dicen que disfrutaba tanto de esa reunión cada Nochebuena... Que no podía resistir el pedido del cura y concedía los deseos de las personas que ahí estaban, aliviaba sus heridas y satisfacía sus necesidades. Cuando el anciano murió, y se acercaron las navidades, la gente se dio cuenta que nadie podría reemplazar a su querido párroco. Cuando llegó diciembre, sin embargo, decidieron de todas maneras armar el árbol de Navidad frente a la parroquia e iluminarla como lo hacía en vida el sacerdote.

Y esa Nochebuena, siguiendo la tradición que el cura había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunieron en la vereda y encendieron velas como habían aprendido del viejo párroco...

Se hizo un silencio. Nadie sabía lo que el viejo párroco decía cuando el árbol se iluminaba por completo... Como no conocían las palabras, empezaron a cantar una canción, recitaron unos salmos, y al final se miraron a los ojos compartiendo en voz alta sus dolores, alegrías y temores en ese mismo lugar, alrededor del árbol. Y dicen... que Dios disfrutó tanto de esa gente reunida alrededor del ciprés, frente a la vieja parroquia, hermanados en sus deseos... que aunque nadie dijo las palabras adecuadas, igual sintió el deseo de satisfacer a todos los que ahí estaban. Y lo hizo.

Desde entonces cada Nochebuena en aquella parroquia, alrededor de ese árbol tan especial, algunos milagros ocurrían, posiblemente en honor o quizá (¿por qué no?) por influencia del cura párroco. El tiempo ha pasado y de generación en generación la sabiduría se ha ido perdiendo...

Y aquí estamos nosotros. Nosotros no sabemos cuál es el pueblo donde está la parroquia. Nunca conocimos al bondadoso anciano y mucho menos sabemos cuáles eran sus mágicas palabras...

Nosotros ni siquiera sabemos cómo armar nuestro árbol de la manera en que él lo hacía... Sin embargo, hay dos cosas que sí sabemos: sabemos esta historia, y sabemos que se acerca la Navidad. Y dicen... que Dios adora tanto este cuento... que disfruta tanto de las historias navideñas, que basta que alguien cuente esta leyenda y que alguien la escuche... para que él, complacido, satisfaga cualquier necesidad, alivie cualquier dolor y conceda cualquier deseo a todos los que todavía, aunque sea un poco, creen en la magia de la Navidad. ¡Ojalá sea cierto!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Historia de Navidad

En ocasiones pensamos que nuestros problemas son los más grandes del mundo.

Algo parecido le sucedió a un muchacho llamado Francisco, hasta que le sucedió un encuentro inesperado con una señora.Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente.

Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. En su casa le llamaban "el atleta de la temporada" y él se sentía feliz. Se había preparado especialmente para jugar la próxima temporada. Incluso había comprado unos tenis muy suaves y cómodos para jugar.

Tal vez por esa situación tan halagadora le produjo un gran dolor cuando al leer la lista de los seleccionados no se encontró en ella.Lleno de esperanzas buscaba frenéticamente su nombre, pero no estaba.Ese día sintió como si hubiera dejado de existir, como si se hubiese vuelto invisible.

Muy triste salió de los vestidores, tratando de encontrar una explicación a su exclusión del equipo.Caminó durante un buen rato pero nada lo consolaba.Duró varios días de mal humor, no queriendo hablar con nadie y respondiendo mal a sus padres cuando intentaban acercársele.Nada le agradaba.

Pero un día de mucho frío y lluvia, tomó el autobús de costumbre y se sentó cerca del chofer.

Una mujer muy adelantada en su embarazo con paso lento subió al camión y se sentó detrás del asiento del chofer.

Entonces el chofer le preguntó en voz alta:"¿Dónde están sus zapatos, señora? Porque afuera habrá sólo diez grados".

Francisco no se había fijado, pero efectivamente la señora iba sólo con unas calcetas medio mojadas.

La señora le contestó al chofer:"No puedo darme el lujo de tener zapatos. Subí al autobús sólo para calentarme los pies. Si no le importa viajaré con usted un rato".

El chofer se rascó su cabeza calva y exclamó:"Sólo dígame cómo es que no puede permitirse unos zapatos."

La señora le dijo:"Tengo ocho hijos. Todos tienen zapatos. No quedó dinero para mí. Pero está bien, el Señor cuidará de mí."

En ese momento Frank miró hacia abajo, observó sus nuevos tenis Nike de Básquetbol. Sus pies estaban cálidos y cómodos, igual que siempre. Y entonces miró a la mujer, sus calcetas estaban desgarradas.

Pensó que esa persona era "invisible" en otro sentido. Era una señora marginada y olvidada por la sociedad.

Él siempre podría darse el lujo de tener zapatos. Ella tal vez nunca.

En un momento se quitó los tenis. Pensó que tendría que caminar tres cuadras, pero el frío nunca le había molestado.

Cuando el autobús se detuvo en la parada final Frank esperó hasta que todos se hubieran bajado. Entonces recogió sus tenis, se acercó a la mujer y se los entregó diciéndole: "Tenga señora, usted los necesita más que yo".

No esperó a que le diera las gracias, sino que bajó de prisa sin darse cuenta que caía en un charco.

No importaba, no sentía el frío.

En eso escuchó a la señora que desde la ventana del autobús le decía: "Mira, ¡me quedan perfectos!".

A la vez, el chofer le preguntaba  "¿Cómo te llamas muchacho?".

Él respondió, "Frank".

El chofer le dijo: "Muy bien, Frank. En mis veinte años de chofer nunca he visto algo semejante".

La mujer, llorando, le decía al chofer:  "Ya ve. Le dije que el Señor cuidaría de mí"

Y volviéndose, dijo:  "Gracias Frank".

"No hay de qué. No es gran cosa; además es Navidad", respondió Frank, quien se dirigió a su casa con los pies helados pero con el corazón contento y riéndose por haberse preocupado de no jugar con la selección ese año.

Autor: José Martínez Colín
Sacerdote - Ingeniero

EL CARPINTERO

Había una vez un viejo carpintero que, cansado ya de tanto trabajar, estaba listo para retirarse y dedicarle tiempo a su familia. Así se lo comunicó a su jefe, y aunque iba a extrañar su salario, necesitaba retirarse y estar con su familia; de alguna forma sobrevivirían.

Al contratista le entristeció mucho la noticia de que su mejor carpintero se retiraría y le pidió de favor que si le podía construir una casa más antes de retirarse. El carpintero aceptó la proposición del jefe y empezó la construcción de su última casa pero, a medida que pasa el tiempo, se dio cuenta de que su corazón no estaba de lleno en el trabajo.

Arrepentido de haberle dicho que sí a su jefe, el carpintero no puso el esfuerzo y la dedicación que siempre ponía cuando construía una casa y la construyó con materiales de calidad inferior. Esa era, según él, una manera muy desafortunada de terminar una excelente carrera, la cual le había dedicado la mayor parte de su vida.

Cuando el carpintero terminó su trabajo el contratista vino a inspeccionar la casa. Al terminar la inspección le dio la llave de la casa al carpintero y le dijo: "Esta es tu casa, mi regalo para ti y tu familia por tanto años de buen servicio".

El carpintero sintió que el mundo se le iba... Grande fue la vergüenza que sintió al recibir la llave de la casa, su casa. Si tan solo él hubiese sabido que estaba construyendo su propia casa, lo hubiese hecho todo de una manera diferente.

Tú eres el carpintero. Cada día martillas un clavo, pones una puerta, o eriges una pared. Alguien una vez dijo: "La vida es un proyecto que haces tú mismo. Tus actitudes y las selecciones que haces hoy construyen la casa en la cual vivirás mañana".

¡Construye sabiamente!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

TU ELIGES...

-Tu eliges ver este día con optimismo o con pesimismo.

-Tu eliges poner garra en este momento o mirar con indiferencia a tu alrededor.

-Tu eliges respetarte a tí mismo o mentirte.

-Tu eliges comprometerte en todos tus proyectos o justificarte cuando no llegas a tus metas.

-Tu eliges ser responsable o sentirte víctima.

-Tu eliges ser autocrítico o ver en los demás a los culpables de tus resultados.

-Tu eliges mejorar las relaciones con tus padres/amigos o esperar que ellos lo hagan.

-Tu eliges ser protagonista o espectador en la vida.

-Tu eliges asumir o dejar pasar.

-Tu eliges correr riesgos o transitar por el aburrimiento.

-Tu eliges la autoexigencia o lo permisivo para tu vida.

-Tu eliges la humildad o la arrogancia.

-Tu eliges tomar tus decisiones o dejar que la vida las tome por tí.

-Tu eliges escucharte o interrumpirte.

-Tu eliges escuchar o interrumpir a los demás.

-Tu eliges ganar o perder.

-Tu eliges seguir como hasta ahora o cambiar.

TU ELIGES....!!!



lunes, 30 de noviembre de 2009

EL CIRUJANO

Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió:

- ¿Usted encontrará a Jesús allí?

El cirujano se quedó mirándolo, y continuó:

- Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.

- Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.

El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.

- Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.

- Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí....- ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!

El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:

- Te diré que encontraré en tu corazón. Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en=2 0las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podamos ayudar o no.

- ¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.

El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía:

- Aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. - Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo:

- Muerte dentro del primer año.

Entonces detuvo la grabadora.

- Pero, tengo algo más que decir: - ¿Por qué? pregunto en voz alta -¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?

De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:

- El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad.

Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera.

Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.

El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:

- Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?

El Señor le respondió:

- Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.

Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.

El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:

- ¿Abrió mi corazón?

- Si - dijo el cirujano-

- ¿Qué encontró? - preguntó el niño -

- Tenías razón, encontré allí a Jesús.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Las aspas del molino sólo se mueven si hay viento


Hay personas que basan su vida en los recuerdos. Salvador lleva tres años lamentándose y dándole vueltas a cómo sería su vida si su madre no hubiera muerto. Dice que su madre era una gran mujer, que se preocupaba de sus hijos, que nunca permitió que pasaran hambre y que si no hubiera fallecido ahora él podría estudiar, ir a la Universidad y que su vida sería feliz. Pero Salvador lleva tres años sin hacer nada, no se ha movido de su sitio. Ni trabaja ni estudia, sólo ve pasar la vida.

Mariluz perdió a su marido hace siete años. Tiene tres hijos de entre diez y veinte años. Mariluz no consigue quitar de su cabeza la idea de que todos los proyectos que tenía con su marido, poner una tienda, hacer un crucero por el Caribe, comprarse una casa en la playa, se esfumaron cuando él se marchó. Mariluz se lamenta constantemente de lo feliz que era antes y lo desgraciada que es ahora.

Javier y su familia tuvieron que cambiarse de ciudad al conseguir un nuevo trabajo, con el que iba a ganar mucho más dinero. Con ese dinero extra podrían cumplir sus sueños, comprar una casa y un nuevo automóvil. Han podido comprar una casa nueva y un nuevo automóvil, pero Javier se queja de que ya no tiene amigos como tenía en su antigua ciudad. Se siente abatido y no para de pensar en lo que se está perdiendo.

Los recuerdos son geniales, pero nunca permitas que arrojen su sombra sobre tus sueños.

Otras personas basan su vida en el futuro. Andrés lleva tres años imaginando el negocio que quiere crear. Es una idea increíblemente buena, original, única. El mes que viene comenzará a hacer las diligencias legales. El mes que viene empezará a buscar financiación. El mes que viene intentará buscar un local comercial bien situado. Lleva así tres años. Mientras tanto sigue trabajando doce horas diarias como vigilante jurado.

Minerva se siente muy sola. Está segura de que dentro de poco todo cambiará: encontrará nuevos amigos, buscará un trabajo muy creativo, que es lo que a ella le gusta, podrá comprarse una casa y salir de la casa paterna, encontrará a un novio que le quiera, el príncipe de sus sueños, y conseguirá ser feliz.

No pases demasiado tiempo preocupándote por el futuro o te olvidarás de vivir. Sólo se puede vivir hoy.

Escrito por Ricardo Ros

LA FUERZA DEL AMOR

El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

El amor nos da el valor de:

- Luchar por nuestros sueños.

- Dar la vida por los que llevamos en el corazón.

- Modificar nuestra propia existencia.

- Cambiar nuestro ser.

- Rebasar el límite de nuestras potencialidades.


El amor nos da la fuerza:

- Para respetar a los seres que amamos.

- Para sonreír a pesar de las adversidades.

- De la humildad para pedir perdón.

- La grandeza de la comprensión.

- La nobleza de perdonar.


El amor nos da el poder:

- Para manifestar nuestras emociones.

- Para alcanzar estrellas.

- Para convertir nuestros sueños en realidades.

- Entregar nuestra vida por un ideal.


El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.

El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos, a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde, como un conquistador o un conformista, como un ser excelente o un mediocre, como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad, el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.

-Amar a tu prójimo como a ti mismo

- El valor para luchar por tus hijos.

- Cuidar de tus padres.

- Hacer feliz a tu pareja.

- Conceder el perdón a tu enemigo.

- Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.

Pregúntate:

¿Tienes la fuerza para amarte a ti mismo, de convertirte en el ser que estás llamado a ser?

¿Te atreverías a hacer de tu vida una obra magistral digna de las manos que te crearon?

¿Tendrás el valor de ser un auténtico hijo de Dios?

¿Tienes la fuerza del amor?

 ~ Autor desconocido ~

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cómo amar a los adultos mayores

DÉJALO HABLAR.....porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.

DÉJALO VENCER.....en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.

DÉJALO IR A VISITAR....a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir.

DÉJALO CONTAR....sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando lo escuchamos.

DÉJALO VIVIR ....entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.

DÉJALO GRITAR....cuando se ha equivocado. porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión.

DÉJALO TOMAR UN PUESTO. en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque el año próximo tendrás remordimientos de conciencia si el abuelito ya no existe más.

DÉJALO ENVEJECER....con el mismo paciente amor con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza.

DÉJALO REZAR...como él sabe; como él quiere, porque el adulto mayor descubre la sombra de DIOS en el camino que le falta recorrer.

DÉJALO MORIR ......entre brazos llenos de piedad, porque el AMOR de los hermanos sobre la tierra, nos hace presentir mejor el torrente infinito de amor del PADRE en EL CIELO.

Autor? No importa... Ámalos

Lic. Graciela E. Prepelitchi

Oración de San Francisco de Asís

¡Señor!

Haz de mi un instrumento de Tu Paz.

Que donde haya odio, yo ponga Amor.

Donde haya ofensa, yo ponga Perdón.

Donde haya duda, yo ponga Fé.

Donde haya error, yo ponga Tú Verdad.

Donde haya tinieblas, yo ponga Luz.

Donde haya discordia, yo ponga Unión.

Donde haya desesperación, yo ponga Esperanza.

Donde haya tristeza, yo ponga Alegría.

Concédeme Señor la gracia,

de no buscar tanto ser amado como amar;

ser comprendido como comprender;

ser consolado como consolar,

porque dando es como recibimos,

perdonando es como somos perdonados y

muriendo en Tí,  es como nacemos a la Vida Eterna.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿COMO SE HACE LA VIDA?

La vida se hace sorbo a sorbo, paso a paso y día a día.

Se hace saboreando a Dios, caminándolo a lo ancho y a lo hondo, mirándolo a través de sus colores, oyéndolo a través de sus sonidos, palpándole la perfección y desentrañándole la luz.

La vida se hace como trabajador de su siembra, como obrero de su palabra, como jardinero de sus flores, como cantador de sus prodigios... como El te mandó hacerla.

La vida se hace agitando el mundo que llevamos dentro y descubriendo el mundo que llevan los demás.

Se hace respirando a Dios con la fuerza de la naturaleza, con la sabiduría de su gracia y con el impulso de sus pisadas, que van tras nosotros para que no perdamos el camino ni se nos distraiga la luz.

La vida se hace sufriendo, pero sin apagar nunca la velita encendida de la fe.

La vida se hace amando, porque el amor tiene tanto que hacer en el mundo, que no da tiempo para odios ni rencores.

La vida se hace en el espacio de lo cotidiano, en pequeños trozos de cada día, en raticos, en raticos que encendemos de pasión, en vuelos que se emprenden con besos y son sueños.

Velar y dormir, soñar y despertar, llorar y reír, creer y dudar, caer y levantarse: eso es hacer la vida.

La vida no se hace para lucir, para exhibirse, para mostrarnos como en un escaparate de vanidad y focos de colores.

La vida se hace en el recinto íntimo, en ese taller de abeja trabajadora que llevamos dentro, en ese aguijón que extrae y regala, que profundiza y endulza.

La vida se hace en el centro de trabajo de uno mismo, con su esfuerzo silencioso, efectivo, constante, devoto y masivo. Un esfuerzo que abre surco y un surco hecho para que no deje de producir.

Hacer la vida no es diseñarla a nuestro antojo, ni coserla a nuestro capricho: es estar siempre en las puntadas de su tela y en el estambre de su tejido.

Hay que caminar la vida, porque es la única manera de llegar.

Irla resolviendo con la lógica, pero emocionándola con el espíritu y calentándola con el corazón.

La vida se hace cuando das la mano y trasmites una corriente, cuando das una sonrisa y cuelas la luz, das un beso y cierras los ojos, te das a ti mismo… ¡y parece que concentras el universo en tu corazón!

La vida se hace en el espacio de tu mundo y en donde se libran las batallas de los demás.

Se hace en el horizonte de ti mismo y en donde vuelan los sueños de los otros, en la siembra frondosa de tu tierra y en la raíz raquítica del huerto ajeno.

La vida se hace de regalo, sin seleccionar, ni preguntar, ni escoger.

Cumple tu misión de dar. Déjale a Dios el balance de lo que debes recibir.

Porque en ese libro de la generosidad, del esfuerzo y de la entrega, ¡se hace la vida!


~ Autor desconocido ~

lunes, 16 de noviembre de 2009

Cerré los ojos.... y me encontré

Me senté y cerré los ojos y entonces me vi... me vi a mi, llena, repleta de amor que no había dado, de amores que nunca habían sido amores, rodeada de personas que no me interesaban. Entonces paré... Y me acordé que me habían amado, que había personas que realmente se interesaban por mi.
Me acordé de cada una de las tarde donde me había dedicado a caminar en silencio por la calle, con la cabeza solamente en el canto de los pájaros, sintiendo el aroma de cada una de las flores, la manzanilla que brota en el barrio y ya lo hacía desde mi infancia.

Viajé hasta mi infancia, cuando me sentaba bajo los árboles para escribir cartas de amor que nunca iba a dar, me acordé cuando me escondía atrás de los árboles para ver ese chico que robaba todos mis sueños, mientras que soñaba, vivía una vida nueva, llena de felicidad, un sueño que no terminaba nunca.

Y fui a mi adolescencia metida atrás de libros que contaban grandes historias de amor, donde yo podía seguir imaginando mi futuro, cada tanto agarraba de nuevo mi cuaderno y escribía una poesía tonta para el amor del momento, ese amor, ese amigo que nunca se había fijado en mi.

Las tardes de mate y galletitas con Daniela hablando de chicos y las siestas en casa de Mariana después de comer la polenta que nos hacía su abuela, las escapadas a fumar con Lorena cuando ya no queríamos hacer mas gimnasia, los chicos malos del barrio con los que nos gustaba charlar, para estar al tanto de los últimos robos, como si eso nos diera seguridad, los domingos en la cancha con mi papá, y las tardes de fin de semana interminables, entre caballos y pasto mirando un cielo que algún día sería mío.

Y llegué a la casi madurez, los veranos en la costa, conquistando corazones inconquistables, con una histeria estúpida, tomando sangría o la bebida del momento, corriendo durante ratos por la playa para no perder la costumbre de correr y con los pies descalzos por la playa no olvidarme que podía caminar despacio también.

Me acuerdo que un día me desperté y dije, bueno ya soy grande y busqué un trabajo, ya no me divertía salir, ya no me divertía tomar, ya no me divertía hablar con los chicos malos del barrio, pero todavía me sentaba abajo de un árbol a escribir o leer, o de espaldas al cielo viendo como las hormigas hacen su trabajo con una rigidez casi absoluta, o miraba el cielo y seguía pensando "un día eso va a ser mío" y me iba en una nube a recorrer el mundo que habitaba en mi cabeza, las pirámides de Egipto, las playas de México, las Navidades de New York, los trenes de Tokio, la muralla china, el camino del inca, Roma, París, Madrid, Manchester que siempre fue un lugar de ensueño, cada lugar era un misterio.

Conocía personas mentalmente, imaginaba situaciones divertidas y ridículas, nunca perdí la facilidad de reirme sola y sin sentir vergüenza, sin creer que estará pensado la gente de mi sonrisa.

Cuando abrí los ojos me di cuenta que soy una nena que todavía mira el cielo sabiendo que lo puede conquistar cuando quiera, y una mujer que lucha por alcanzar todos los sueños, sabiendo que disfruto cada partícula del tiempo que le fue dado.



jueves, 12 de noviembre de 2009

Recuerda siempre

Ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu paz; Hablar de felicidad y prosperidada toda persona que conozcas; Hacer que todos tus amigos sientanque hay algo de valor dentro de ellos; Mirar el lado bueno de todas las cosas,y hacer que este optimismo se haga verdadero; Pensar sólo lo mejor, trabajar para lo mejor y esperar sólo lo mejor; Sentirte tan entusiastacon el éxito de los demás como con el propio; Olvidar los errores del pasadoy aferrarte a los grandes logros que ya estásalcanzando y que alcanzarás en el futuro; Brindarte a cada criatura viviente que halles a tu pasocon una sonrisa; Ocuparte tanto del mejoramiento de ti mismo,que no te sobre tiempo para criticar a los demás; PORQUE TÚ ERES: Demasiado grande para preocuparte; Demasiado fuerte para temer; Demasiado noble para encolerizarte; Demasiado establepara no tolerar la presencia de las dificultades. SONRÍE SIEMPRE Y NO TE OLVIDES: El pesimismo conduce a la debilidad; El optimismo a la fortaleza.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

FUERZA Y CORAJE

Es preciso tener fuerza para ser firme,pero es preciso tener coraje para ser gentil.Es preciso tener fuerza para defenderse,pero es preciso tener coraje para bajar la guardia.Es preciso tener fuerza para ganar una guerra,pero es preciso tener coraje para rendirse.Es preciso tener fuerza para estar en lo cierto,pero es preciso coraje para tener duda.Es preciso fuerza para mantenerse en forma,pero es preciso coraje para mantenerse en pie.Es preciso tener fuerza para sentir el dolor de un amigo,pero es preciso coraje para sentir los propios dolores.Es preciso tener fuerza para soportar el abuso,pero es preciso coraje para hacerlo parar.Es preciso tener fuerza para quedarse solo,pero es preciso tener coraje para pedir apoyo.Es preciso tener fuerza para amar,pero es preciso tener coraje para ser amado.Es preciso tener fuerza para sobrevivir,pero es preciso coraje para vivir.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Reflexiona...

Reflexiona.
Usa sabiamente tu inteligencia.
Busca lo que no está a simple vista.
Insiste en descubrir los misterios.
Analiza para que entiendas.
Sintetiza para que compendas.
El cuerpo toma los nutrientes y el resto lo desecha.
Haz lo mismo desde tu consciencia.

Reflexiona.
Usa ese recurso poderoso.
Filtra para que no tragues piedras.
Distingue lo esencial de lo trivial.
Lo valioso de lo inútil.
Lo transitorio de lo eterno.
Lo trascendental de lo mundano.
No llenes tu cabeza con basura.

Reflexiona.
Que el azar no controle tu destino.
Las obras más valiosas no se deben a la suerte.
Provienen de inteligencia, consciencia y trabajo.
Cuando uses tu discernimiento, deja espacio para la intuición.
La reflexión es el contrapeso de las emociones.
La manilla que regula el flujo intenso.
La base del cálculo y de la prudencia.
Una condición para la convivencia.
Un ejemplo vivo de la evolución humana.
Nuestra oportunidad sobre las bestias.

Reflexiona.


"EL MENSAJE DE LOS SABIOS"

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Como se hace la vida?

La vida se hace sorbo a sorbo, paso a paso y día a día.Se hace saboreando a Dios, caminándolo a lo ancho y a lo hondo, mirándolo a través de sus colores, oyéndolo a través de sus sonidos, palpándole la perfección y desentrañándole la luz.

La vida se hace como trabajador de su siembra, como obrero de su palabra, como jardinero de sus flores, como cantador de sus prodigios... como El te mandó hacerla.

La vida se hace agitando el mundo que llevamos dentro y descubriendo el mundo que llevan los demás.

Se hace respirando a Dios con la fuerza de la naturaleza, con la sabiduría de su gracia y con el impulso de sus pisadas, que van tras nosotros para que no perdamos el camino ni se nos distraiga la luz.

La vida se hace sufriendo, pero sin apagar nunca la velita encendida de la fe.

La vida se hace amando, porque el amor tiene tanto que hacer en el mundo, que no da tiempo para odios ni rencores.
La vida se hace en el espacio de lo cotidiano, en pequeños trozos de cada día, en raticos, en raticos que encendemos de pasión, en vuelos que se emprenden con besos y son sueños.

Velar y dormir, soñar y despertar, llorar y reír, creer y dudar, caer y levantarse: eso es hacer la vida.

La vida no se hace para lucir, para exhibirse, para mostrarnos como en un escaparate de vanidad y focos de colores.

La vida se hace en el recinto íntimo, en ese taller de abeja trabajadora que llevamos dentro, en ese aguijón que extrae y regala, que profundiza y endulza.

La vida se hace en el centro de trabajo de uno mismo, con su esfuerzo silencioso, efectivo, constante, devoto y masivo. Un esfuerzo que abre surco y un surco hecho para que no deje de producir.

Hacer la vida no es diseñarla a nuestro antojo, ni coserla a nuestro capricho: es estar siempre en las puntadas de su tela y en el estambre de su tejido.Hay que caminar la vida, porque es la única manera de llegar. Irla resolviendo con la lógica, pero emocionándola con el espíritu y calentándola con el corazón.

La vida se hace cuando das la mano y trasmites una corriente, cuando das una sonrisa y cuelas la luz, das un beso y cierras los ojos, te das a ti mismo… ¡y parece que concentras el universo en tu corazón!

La vida se hace en el espacio de tu mundo y en donde se libran las batallas de los demás.Se hace en el horizonte de ti mismo y en donde vuelan los sueños de los otros, en la siembra frondosa de tu tierra y en la raíz raquítica del huerto ajeno.

La vida se hace de regalo, sin seleccionar, ni preguntar, ni escoger.Cumple tu misión de dar. Déjale a Dios el balance de lo que debes recibir.Porque en ese libro de la generosidad, del esfuerzo y de la entrega, ¡se hace la vida!

lunes, 26 de octubre de 2009

Busca dentro de ti.

Si sigues buscando los culpables fuera de ti; Si no analizas que es lo que hiciste para que el otro actúe de tal o cual manera; Encontrarás que te quedan billones de personas que culpar, y que tu problema siempre seguirá igual.

Sentirás que cada amigo pasa a ser tu enemigo y eso se debe a que te has puesto en enemigo tuyo y cada persona que se te acerca se transforma en el espejo donde ves aquello tuyo que no quisieras ver.

Autor Desconocido

miércoles, 21 de octubre de 2009

El hijo mayor

Estaba Dios un día paseando por el cielo cuando, para su sorpresa, se encontró con que todo el mundo se hallaba allí. Ni una sola alma había sido enviada al infierno. Esto le inquietó, porque ¿acaso no tenía obligación para consigo mismo de ser justo? Además, ¿para qué había sido creado el infierno, si no se iba a usar?De modo que dijo al ángel Gabriel: — «Reúne a todo el mundo ante mi trono y léeles los Diez Mandamientos».Todo el mundo acudió y leyó Gabriel el primer mandamiento. Entonces dijo Dios: — «Todo el que haya pecado contra este mandamiento deberá trasladarse al infierno inmediatamente». Algunas personas se separaron de la multitud y se fueron llenas de tristeza al infierno.Lo mismo se hizo con el segundo mandamiento, con el tercero, el cuarto, el quinto... Para entonces, la población del cielo había decrecido considerablemente. Tras ser leído el sexto mandamiento, todo el mundo se fue al infierno, a excepción de un solo individuo gordo, viejo y calvo. Le miró Dios y dijo a Gabriel: — «¿Es ésta la única persona que ha quedado en el cielo?».— «Sí», respondió Gabriel.— «¡Vaya!», dijo Dios, «se ha quedado bastante solo, ¿no es verdad? Anda y di a todos que vuelvan».Cuando el gordo, viejo y calvo individuo oyó que todos iban a ser perdonados, se indignó y gritó a Dios: — «¡Eso es injusto! ¿Por qué no me lo dijiste antes?».
Anthony de Mello

martes, 20 de octubre de 2009

La felicidad nunca se va

La felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar oscurecida, pero nunca se va porque tú eres felicidad. La felicidad es tu esencia, tu estado natural y, por ello, cuando algo se interpone, la oscurece, y sufres por miedo a perderla.
Te sientes mal, porque ansías aquello que eres. Es el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace sufrir. No has de apegarte a ninguna cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el miedo es un impedimento para amar.
El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que tú sueñas que él tenga de ti, se rompa.
Todo tiempo es un impedimento para que al amor surja. Y el miedo no es algo innato sino aprendido.El miedo es provocado por lo que no existe. Tienes miedo porque te sientes amenazado por algo que ha registrado la memoria.
Todo hecho que has vivido con angustias, por unas ideas que te metieron, queda registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situación que te lo recuerda. No es la nueva situación la que le llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el miedo no se volverá a producir, porque eliminarás el recuerdo.

Anthony de Mello

El destino de una moneda

El gran general joponés Nabunaga decidió atacar, a pesar de que sólo contaba con un soldado por cada diez enemigos. El estaba seguro de vencer, pero sus soldados abrigaban muchas dudas.
Cuando marchaban hacie el combate, se detuvieron en un santurario sintoísta. Después de orar en dicho santuario, Nobanaga salió afuera y dijo:" Ahora voy a echar una moneda al aire. Si sale cara, veceremos; si sale cruz, seremos derrotados. El destino nos revelará su rostro."
Lanzó la moneda y salió cara. Los soldados se llenaron de tal ansia de luchar que no encontraron dificultad para vencer.
Al día siguiente, un ayudante le dijo a Nobunaga:"Nadie puede cambiar el rostro del destino"
"Exacto" le respondió mientra le mostraba una moneda falsa que tenía cara por ambos lados.

Anthony de Mello

viernes, 16 de octubre de 2009

Una Sesión de Limpieza Interior

No tengas miedo del ayer. Tus recuerdos se agolpan en la puerta de la memoria pujando por salir a la superficie de la conciencia. No tengas miedo. Déjalos salir. Mira cada recuerdo como si fuera hoy. Escucha aquellas palabras que tan lejanas pueden parecerte. Deja que todo tu ser se inunde del ayer.
Recuérdalo. Cada minuto, cada silencio. Sus nombres, sus voces, sus miradas. Hay en cada gota de emoción una lágrima a punto de quemarte las mejillas. No permitas que tu corazón se quede a mitad del camino sin haberse curado. Y cuando estés en el silencio de tus recuerdos, inspira... inspira... profundamente.Inspira. Toma todo el aire que quieras, aspira todo ese recuerdo y rescata lo mejor. Incorpora nuevamente a tu ser interno toda esa energía de aquel ayer, y al exhalar deja que toda tristeza por los tiempos idos....realmente, se vaya. Exhala toda energía negativa que haya quedado en tu interior, y deja marchar esos cúmulos energéticos que no te hacen bien. Respira. Respira. Respira........ y déjate ser.
Permite que hoy sea mejor. Aspira todo el universo que quiere estar en tu conciencia y sé conciencia y sé universo. Verás que con los días todo estará un poco mejor. Un rayo de luz llegará a tu conciencia, sin saberlo haz hecho el trabajo de darle a Dios lo que Dios quería: tus experiencias, tu confesión verdadera.
A veces nos aferramos tanto a los recuerdos que llega un momento en que nos cuesta caminar, nos cuesta entender lo nuevo de cada día, pues estamos aún inmersos en las discusiones del ayer. Yo sé que cuesta mucho superar un mal momento, sé que duele muchísimo acordarse de aquellos a los que hemos amado tanto y ya no están, pero si limpiáramos nuestro interior de excesivas cargas emocionales, verías que habría un poco más de lugar para ampliar nuestro horizonte espiritual, te darías cuenta que ellos, que ya no están en la tierra, aún nos sonríen desde el espíritu.
Habría una oportunidad de acrecentar nuestra conciencia hasta límites mayores de los que hoy recorremos.Vacía el contenido emocional de tus recuerdos. No te aferres a ellos como a una bolsa de tesoros. Ama cada instante vivido y suéltalos tal como harías con un pájaro que quiere libertad y lo sueltas una mañana de sol en primavera. Para ello utiliza la respiración conciente, utiliza el poder de la conciencia, extrae de tu interior los recuerdos que te atan y desátalos suavemente con el aire. Ya no te pertenecen, son de Dios a los que acabas de dárselos.Al exhalar, imagina cada escena volando en el espacio a tu alrededor hasta que finalmente levanta vuelo y .... se van .... están fuera de ti.
Ahora duerme en tu paz..."

miércoles, 14 de octubre de 2009

El Poder de Tomarse las Manos

Sentado en la playa un día de verano observaba cómo unos niños jugaban en la arena. Estaban trabajando con esmero cerca del agua, en la construcción de un elaborado castillo con portones, torres, y pasajes internos. Cuando estaban acabando con el proyecto, una gran ola vino y les derrumbó la construcción, reduciéndola a un montículo de arena mojada.

Pensé que estallaría el llanto, agobiados por lo que acababa de suceder en la obra que tanto trabajo les había costado. Pero me sorprendieron: En vez de eso, alejándose del agua salieron corriendo, riendo tomados de la mano y volvieron a sentarse a construir otro castillo...

Me di cuenta que me habían enseñado una gran lección.

Todas las cosas de nuestra vida, todas las estructuras complicadas sobre las que gastamos tanta energía y tiempo, estan construídas sobre arena. Sólo nuestra relación con Dios y con otras personas perdurarán.
Tarde o temprano una ola puede llegar y tirar abajo lo que nos ha costado tanto construir. Cuando eso suceda sólo los que tienen una Mano a la que aferrarse serán capaces de reír.


Harold Kushner

MIRA SIEMPRE A LOS OJOS

Diga siempre "muchas gracias."
Diga siempre "por favor".
Sea el primero en decir "hola".
Devuelva todo lo que pida prestado.
Sonría mucho, no cuesta nada y no tiene precio.
Acuerdese de los cumpleaños de los amigos.
Cuando alguien cuenta alguna cosa importante que le sucedió, alégrese!!...., las personas también tienen el derecho de sentirse bien.
Jamás prive a una persona de esperanza, puede ser que ella sólo tenia eso....
Elogie en público, Critique en privado.
No de a las personas mas problemas.
Procure reavivar antiguas amistades.
Nunca desperdicie una oportunidad de decir a una persona cuanto la ama.
Nunca subestime el poder de una palabra o de una acción gentil.
Nunca te rías de los sueños ajenos.
En caso de discordia, exponga sus puntos de vista sin pretender ridicularizar los entendimientos de los otros.
Cuando alguien le hace una pregunta del cual no te gustaría responder, sonríe y pregunte: "por que quiere saber?"
No admire a las personas por su riqueza, mas si por sus medios creativos y generosos del cual ellas disponen.
No traiga nunca una confidencia.
No deje que una pequeña desavenencia perjudique una gran amistad.
De a las personas mas de lo que ellas esperan,y hágalo alegremente.recuerde que el tiempo que lleva para que dos personas sevuelvan amigas nunca es tiempo desperdiciado.
Sepa comprender las imperfecciones de tus amigos con la misma seguridad que sabes comprender las tuyas propias.
Sea abierto y accesible, la próxima persona que conozcaspuede volverse tu mejor amigo.
Sea el primero en perdonar.
Cuando dices "lo siento mucho", mírelo en los ojos.
Cuando un amigo o una persona amada esta triste, acuérdate que la esperanza y los pensamientopositivos son remedios fuertísimos.
Pase la vida levantando el ánimo de las personas y nunca las coloque para abajo.
Pida disculpas inmediatamente cuando perdiera la paciencia.
Estimule siempre a cualquier persona que este intentando mejorar, mental, física o espiritualmente.
Recuerde que el principio mas profundamente enraizado de la naturaleza humana son las ansias de ser amado.

lunes, 5 de octubre de 2009

Aguanta un poco más...

Se cuenta que alguna una vez, en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas. En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. "¿Me permite ver esa taza?" pregunto la señora, "nunca he visto nada tan fino como eso!" En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar.
La tacita le comentó:"¡Usted no entiende!
¡Yo no siempre he sido esta taza que usted esta sosteniendo! Hace mucho tiempo yo solo era un montón de barro amorfo.
Mi creador me tomo entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente.
Llego un momento en que me desespere y le grite: "Por favor!! Ya déjame en Paz!" Pero mi amo solo me sonrió y me dijo: "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo." Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté porque mi amo querría quemarme, así que toqué la puerta del horno. A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi amo que me decían "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo." Finalmente se abrió la puerta. Mi amo me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara.
"Así esta mucho mejor!" me dije a mi misma. Pero apenas y me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintándome. El olor de la pintura era horrible! Sentía que me ahogaría! "Por favor detente!" le gritaba yo a mi amo; pero el solo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo.
"Al fin mi amo dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno! No era un horno como el primero; sino que era mucho mas caliente! Ahora si estaba segura que me sofocaría! Le rogué y le imploré a mi amo que me sacara! Grité, lloré; pero mi creador solo me miraba diciendo "aguanta un poco mas, todavía no es tiempo.
"En ese momento me di cuenta que no había esperanza! Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justo cuando estaba a punto de darme por vencido se abrió la puerta y mi amo me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
Después de una hora de haber salido del segundo horno, mi amo me dio un espejo y me dijo: "Mírate! Esta eres tu!" Yo no podía creerlo! Esa no podía ser yo! Lo que veía era hermoso! Mi amo nuevamente me dijo:
"Yo se que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos; pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Se que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado. También se que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tu eres un producto terminado! Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar
!"Moraleja: Dios nunca te va a tentar ni te va a obligar a que vivas algo que no puedas soportar. Dios sabe lo que esta haciendo con cada uno de nosotros. El es el artesano y nosotros somos el barro con el cual el trabaja. El nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.

~ Anónimo ~

jueves, 1 de octubre de 2009

Cuando Dios creó a los Padres

Cuando Dios creó a los Padres, comenzó con una talla grande. Un ángel se le acercó y le dijo: "¿Qué clase de Padre es ese? ¿Si estás haciendo niños tan cerca del suelo, por qué pones al Padre tan arriba? No podrá jugar canicas sin arrodillarse, arropar a un niño en cama sin torcerse la espalda, o besar a un niño sin encorvarse."Dios sonrió y dijo: "Sí, pero si le hago del tamaño de un niño, ¿Cómo quién tendrían que crecer los niños?"
Y cuando Dios hizo las manos del Padre, éstas eran grandes. El ángel agitó su cabeza y dijo: "Las manos grandes no pueden sujetar un pañal, abrochar botones pequeños, poner una curita, o quitar astillas a causa de jugar con un bate de béisbol."De nuevo Dios sonrió y dijo: "Lo sé, pero son lo suficientemente grandes para sostener todo lo que un muchacho pequeño vacía de sus bolsillos, y todavía bastante pequeñas para acariciar la cara de una niño con una sola de ellas."
Entonces Dios amoldó piernas largas delgadas y hombros anchos. "¿Te has dado cuenta que hiciste un Padre sin regazo?" El ángel lo dijo susurrando.Dios dijo: "Una Madre requiere un regazo. Un Padre necesita hombros fuertes para tirar un trineo, balancear a un muchacho en una bicicleta, o sostener una cabeza soñolienta de un pequeño como un gran malabarista."
Cuando Dios estaba en el medio de la creación se mostraron los pies más grandes vistos hasta entonces, el ángel no pudo contenerse más: "Esto no es confiable. ¿Honestamente crees que esos pies van a llegar rápido a la cama del bebe cuando llore en las mañanas, o andar a través de una fiesta de cumpleaños sin pisar a los huéspedes?"Y Dios dijo: "Trabajarán. Ya lo verás. Soportarán y tendrán la fuerza para pedalear con un niño pequeño un paseo en bicicleta por la montaña o asustarán ratones en una cabaña de verano, y mostrarán al pequeño el desafió de llenar esos zapatos."
Dios trabajó todo la noche, dio al Padre pocas palabras, pero una voz firme para mostrar autoridad; ojos que ven todo, pero con calma y tolerancia.Finalmente, agregó lágrimas.
Entonces volvió al ángel y le dijo: "¿Ahora estás satisfecho? ¡Puede amar intensamente como lo hace una Madre!"El ángel no dijo más.

Fernando Macias Valdes